Navidad sin Familia
Durante todo el año, afortunadamente, hemos tenido la oportunidad de estar muy cerca. Casi todos los días hemos compartido desayuno, comida, merienda y, muchos días, hasta cena. Desde las pasadas Navidades hemos crecido como Familia, no solo porque somos más grandes cada día, sino porque además hemos sumado a nuestra Familia nuevos miembros. Y somos una Familia de esas que “molan”: numerosísima, con mucha gente siempre en casa, de edad muy variada, donde los mayores se mezclan con los más jóvenes, donde discutimos y acordamos los planes comunes cada semana.